Index Anderson Kevin J. & Moesta Rebecca Oblężenie akademii jedi Anderson Joan Wester Anielskie drogi Anderson Poul Liga Polezotechniczna Tom 1 Wojna Skrzydlatych Anderson, Poul There Will Be Time Sue_Monk__K System organizacji w wypadkach masowych Le Guin Ursula K. ''Grobowce Atuanu'' Matthew Reilly Shane Schofield 02 Strefa 7 17 Zbigniew Nienacki Pan Samochodzik i Testament Rycerza Jć™drzeja The Barker Triplets 2 Coll |
[ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ] llames. Te veré más tarde sus ojos eran brillantes y azules y se clavaron en Langley . ¿Es éste el hombre precursor de que he oído hablar? Sí Milord. ¿Puedo presentarle al capitán Edward Langley? Lord Brannoch dhu Crombar, el embajador Centauriano. Así que este era uno de los hombres odiados y temidos de Thor. El y Valti fueron los primeros tipos caucásicos reconocibles que el americano había visto en aquella época: presumiblemente sus antecesores habían dejado la Tierra antes de que las razas se fundiesen en los seres casi uniformes de aquí y con toda posibilidad los factores ambientales tenían algo que ver con la fijeza de sus rasgos distintivos. Brannoch sonrió jovial, se sentó y contó una cómica e interesante historia. Langley contraatacó con el relato de un vaquero que consiguió tres deseos, y la carcajada de Brannoch hizo que temblasen los vasos. ¿De modo que ustedes todavía utilizaban caballos? preguntó después. Sí, Milord. Yo me crié en un país de caballos. Los utilizábamos junto con los camiones. Yo iba... iba a dedicarme a su cría. Brannoch pareció advertir el dolor del hombre del espacio y con sorprendente tacto prosiguió para describir el establo de su casa. Creo que le gustaría Thor, capitán terminó . Todavía tenemos ocasión para trabajar con ahínco. ¿Cómo pueden respirar con veinte millones de pedazos de carne gruesa en el Sistema Solar? Nunca lo he sabido. ¿Por qué no viene a vernos alguna vez? Me gustaría Milord dijo Langley y quizás no mentía por completo. Brannoch se arrellanó, estirando sus largas piernas. Yo también he viajado un poco dijo . Tiempo atrás tuve que abandonar el sistema, cuando mi familia dio fin a una pelea. Pasé cien años de tiempo externo dando vueltas, hasta que tuve oportunidad de volver. La Planetografía es una especie de afición mía, por eso podré decir que es la única razón por la que vengo a sus fiestas, Valti, viejo barril engañoso. Dígame, capitán, ¿ha tocado usted alguna vez en Procyon? Durante media hora la conversación versó de estrellas y planetas. Algo del peso interior de Langley sufrió alivio. La visión de muchas cosas extrañas de diversos rostros girando en torno a una sin fin oscuridad exterior era capaz de dejar sin respiración. A propósito dijo Brannoch . He oído algunos rumores acerca de un ser extraño que traían con ustedes, que se escapó. ¿Qué hay de verdad en eso? ¡Ah si! murmuró Valti mientras se acariciaba la barba . A mí también me ha intrigado. Sí, parece que es un tipo la mar de interesante. ¿Por qué tomaría una acción tan desesperada? Langley se puso rígido. ¿Qué es lo que había dicho Chanthavar? ¿No se suponía que todo el asunto era confidencial? Brannoch, claro, tendría sus espías. Consecuentemente Valti también. El americano sintió un escalofrío al notar fuerzas inmensas confluyentes, como una máquina marchando desbocada. Y comprendió que le hablan pillado entre los alocados engranajes. Me gustaría poderle añadir a mi colección dijo Brannoch en tono casual . Es decir, no hacerle ningún daño, sólo conocerle. Si en verdad es un verdadero telépata, es casi único. También tendría interés en asociarme en este asunto dijo Valti con tono de desafío . El planeta puede tener algo que valga la pena comerciar incluso a costa de un largo viaje. Al cabo de un momento, añadió ensoñador: Creo que el pago por este informe sería muy generoso capitán. La sociedad tiene sus pequeños caprichos y el deseo de conocer una raza nueva es uno de ellos. Sí, habría dinero para pagar el informe. Yo aventuraría por mi cuenta una cantidad dijo Brannoch . Un par de millones de Solares... y mi protección. Estos son tiempos borrascosos, capitán. Un patrón poderoso no es para despreciar. La sociedad observó Valti , tiene el privilegio de extraterritorialidad. Puede garantizar un santuario, también como la salida de la Tierra, que se está conviniendo en un lugar malsano. Y, claro, recompensas monetarias: tres millones de solares, como inversión en un nuevo conocimiento. Este no es sitio para hablar de negocios dijo Brannoch . Pero como dije, creo que le gustaría Thor. Y podríamos enviarle a alguna otra parte que usted eligiese. Tres millones y medio. Valti gimió. ¿Milord, deseáis arruinarme? Tengo familia que mantener. Sí. Una en cada planeta bromeó Brannoch. Langley permaneció sentado muy quieto. Pensó saber por que querían ellos a Saris Hronna. ¿Pero qué podía hacer él? La forma ágil de Chanthavar salió de entre la gente. ¡Oh!, estaba usted ahí... dijo. Se inclinó con deferencia ante Brannoch y Valti . Su sirviente, Milord y buen señor. Gracias, Channy dijo Brannoch . Siéntese, ¿quiere? No. Hay otra persona a quien le gustaría conocer al capitán. Perdónenos. Cuando estuvieron seguros entre la gente, Chanthavar llevó a Langley aparte. ¿Iban esos hombres en busca de que usted les entregase ese ser extraño? preguntó. Había algo frío en su rostro. Sí respondió Langley, cansino. Me lo pensé. El gobierno Solar está plagado de estos agentes. Bueno no lo haga. Una cólera cansada e insensata bullía dentro de Langley. Mire, hijo exclamó mirando fijamente a los ojos de Chanthavar bien por debajo de los suyos . No veo yo por qué tengo que deberme hoy día a cualquier facción. ¿Por qué no deja usted de tratarme como si fuera un crío? Yo no voy a tenerle a usted incomunicado, a pesar de que podría dijo Chanthavar con voz meliflua . No vale la pena, porque antes de mucho probablemente tendremos a esa bestia. Le estoy solamente avisando, sin embargo, de que si él cayese en cualquiera de otras manos, que no fuesen las mías, se las pasarla usted muy mal. ¿Por qué no me encierra y sigue adelante con las suyas? Eso no, me obligaría usted a pensar como yo quiero que piense en caso de que mis propias búsquedas fallen. Y es demasiado crudo Chanthavar se detuvo, luego añadió con una curiosa intensidad : ¿Sabe usted por qué juego esta partida de política y guerra? ¿Cree usted que ambiciono el poder para mí mismo? Eso queda para los locos que desean mandar a otros locos. Sin embargo, es divertido jugar. La vida de otro modo, se volvería aburridísima. ¿Qué otra cosa puedo hacer que no haya hecho cientos de veces ya? Pero sí es agradable probar fuerzas con Brannoch y con ese pelirrojo fanfarrón; sus consecuencias, ganar, perder o empatar, son también divertidas; aunque, claro está tengo intención de ganar. ¿Incluso no ha pensado usted nunca en... un compromiso? No deje que Brannoch le engañe. Es uno de los cerebros más fríos e inteligentes de la galaxia. Bastante decente, lo lamentaré cuando tenga por último que matarle, pero... ¡no importa! Chanthavar se volvió . Vamos dirijámonos al serio negocio de emborracharnos. VI El progreso lo consiguió: el armarlo bar de Langley le borró todas las huellas de la [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ] |
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